EFECTOS DE LAS PRÁCTICAS DE MANEJO INTEGRADO DE CULTIVO SOBRE LA POBLACIÓN DE MOSCA BLANCA (Bemisia tabaci (Genn.) (Homoptera: Aleyrodidae), Y EN LA PRODUCCIÓN DE PLÁNTULAS DE TOMATE. RENACIMIENTO, CHIRIQUÍ, PANAMÁ. 1996.

Resumen

El experimento se ejecutó con el objetivo de determinar los efectos de las prácticas de manejo integrado del cultivo en mosca blanca y en el crecimiento y desarrollo de las plántulas de tomate. Los tratamientos se evaluaron en un diseño de Bloques Completos al Azar con dos repeticiones, con arreglo de parcelas subdivididas donde la parcela principal estuvo constituida por los sistemas de producción de semillero en campo abierto y bajo techo con polietileno; las parcelas medianas, por los métodos de protección de semillero con microtúnel de malla e insecticida imidacloprid y las parcelas pequeñas, por las densidades de siembra de semilla 0.5 g/m², 1.0 g/m² y 2.0 g/m². Las variables evaluadas fueron: número de plántulas trasplantables a los 22 días de germinación de la semilla y población de mosca blanca adulta y viva, en todos los foliolos de cada plántula. El análisis de varianza para el número de plantas trasplantables indicó diferencias significativas (P<0.05) en los sistemas de producción de semillero y altamente significativas (P<0.01) en los métodos de protección y densidades de siembra, respectivamente. Las interacciones sistema por método; sistema por densidad, método por densidad y sistema por método por densidad fueron altamente significativas (P<0.01). En la variable población de mosca blanca las diferencias fueron altamente significativas en métodos y densidades (P<0.01) y no significativas entre sistemas. Las interacciones método por densidad y sistema por método por densidad fueron altamente significativas (P<0.01). El sistema de producción bajo techo, usando imidacloprid (0.07 g i.a/g de semilla) y densidad de siembra de 2.0 g de semilla/m², produce la mayor cantidad de plantas trasplantables (268 plantas/m²) y elimina por completo la presencia de adultos de mosca blanca. Por lo tanto, se concluye que estas prácticas de manejo integrado interactuaron positivamente en el desarrollo y crecimiento vigoroso de las plántulas de tomate y evitó la posibilidad de producir plantas contaminadas por geminivirus trasmitido por mosca blanca.